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De mayor quiero ser Analfabeta e Ignorante de la vida


Si no quieres arroz ... toma dos tazas! Seguimos confundiendo términos

"Replanteando nuestras metas educativas: De mayor ¿queremos ser Analfabetas e Ignorantes de la vida?"

Buenas para todo el mundo! Mi reflexión en este punto tiene dos vertientes.

La primera, el concepto de analfabeto digital, que conlleva inmediatamente a día de hoy la falta de apellido, pasando a ser simplemente analfabeto.

Desde otra perspectiva, asumir que todo pasado fue mejor, la añoranza de otras maneras de hacer las cosas que aportaban lo que paulatinamente, de manera brusca, nos estamos arrebatando a nosotros mismos: el compartir espacios físicos con otras personas.

Pues igual ni lo uno ni lo otro que dijo "aquel" que encontró la virtud, cuando ni siquiera se presentían estas cuestiones. Aunque sí hubiera tecnología, ojo. Que no somos tan modernos ni tan originales.


Tan solo en 2 generaciones hemos pasado de ser analfabetos por no saber leer-escribir a ser analfabetos por no desenvolvernos en un mundo creado artificialmente que transforma la cruda realidad. En medio de esto, nos encontramos una generación que accedió a la formación pero quizá no tanto al conocimiento, capaz de hablar diferentes idiomas sin conseguir comunicarse. Ahora, en breve, ya no hará falta almacenar idiomas ni conocimiento en un sentido práctico, ya que las herramientas digitales, si no eres analfabeto, te facilitarán la vida. Aunque te puedas quedar sin trabajo. Todo tiene un precio.

Sin embargo, un punto a diferenciar desde estas líneas es que una cosa es ser analfabeto (que te hagan, que acabes siéndolo o te empeñes en) y otra muy distinta, aunque se pueda utilizar en ocasiones como sinónimo: ignorante.

Es por todo ello que a la hora de abordar los estudios, la formación y los cursos, también se tendrá que plantear desde el aspecto político, institucional y personal el enfoque humano. Para no pasar a ser BigDatas con patas. Y, por tanto, acabar diluidos en nuestros propios inventos e inventivas, engullidos por algoritmos anónimos y etéreos.

La ventaja principal que como docente destaco ayer, hoy y siempre: cuidar la curiosidad propia y alimentar la de los estudiantes. De momento, esa baza es nuestra. Deberíamos mimarla en nuestras aulas como oro en paño. Estamos en un círculo vicioso y poco virtuoso, ya que para fomentar lo de la curiosidad, nos apoyaremos en las herramientas de comunicación virtual...


Llegados a este punto, desafío nuestras concepciones tradicionales sobre la educación y planteo una idea provocadora: ¿y si de mayor quisiéramos ser personas analfabetas e ignorantes de la vida?

Este enfoque poco convencional nos invita a reflexionar sobre el verdadero propósito del aprendizaje y las implicaciones de confundir términos.

Como directora del área del individuo en nuestra entidad, me embarco en esta discusión sin limitarla exclusivamente a un género, aunque podremos hacer referencia a sus implicaciones históricas tanto en mujeres como en hombres. Es un tema que nos concierne a todos. En marzo de 2023, en plena era de la información y el conocimiento, nos encontramos inundados de datos y cifras. La sociedad valora enormemente la adquisición de conocimientos y la alfabetización en diversas áreas. Sin embargo, debemos preguntarnos: ¿qué nos está impulsando realmente a aprender? ¿Es el afán por obtener títulos y conocimientos superficiales lo que nos llevará a una vida plena y satisfactoria?

El desafío radica en cuestionar la diferencia entre el mero hecho de acumular información y el verdadero entendimiento de la vida. ¿No deberíamos aspirar a una sabiduría más profunda y significativa, que trascienda la mera capacidad de leer y escribir? ¿No deberíamos buscar una educación que nos permita comprender el mundo y nuestro lugar en él, en lugar de limitarnos a memorizar datos y conceptos?


Históricamente, se ha negado el acceso a la educación a muchas personas, especialmente a las mujeres. Esto ha generado desigualdades y ha dejado cicatrices en nuestra sociedad. Sin embargo, en la búsqueda de igualdad, es importante reflexionar sobre el verdadero valor de la educación y el aprendizaje, más allá de las barreras de género.

¿Debemos aspirar a ser personas analfabetas en la superficialidad, la ignorancia de la vida que se enfoca únicamente en lo trivial?. En lugar de ello, busquemos la sabiduría y la comprensión que nos permitan tomar decisiones informadas, entender a los demás y contribuir de manera significativa a nuestra comunidad.

No propongo dar la espalda completa a la mnaera en la que hemos sido educados en los últimos tiempos, cuidado con echar por tierra todo lo logrado hasta ahora que ha sido y es impulsor y bueno de veras en tantos matices como errores se han cometido. Más bien busco un replanteamiento de nuestras metas educativas. Busquemos la verdadera sabiduría, la capacidad de reflexionar, la empatía y el entendimiento profundo de la vida. Seamos conscientes de los conocimientos que adquirimos y cómo los aplicamos en nuestro día a día.

Deseo invitarlos a reflexionar sobre nuestras metas educativas. ¿Queremos ser meros acumuladores de información? Dejemos de confundir términos y aspiremos a una educación más profunda y significativa. Seamos analfabetos de la superficialidad y la ignorancia de la vida, y cultivemos una sabiduría que nos guíe hacia una existencia más plena y enriquecedora.


En medio de la vorágine tecnológica y la constante búsqueda de información, es fundamental detenernos a reflexionar sobre el propósito real de nuestra educación. ¿Estamos formando individuos capaces de pensar de forma crítica, de cuestionar el status quo y de buscar soluciones innovadoras? O, por el contrario, ¿nos estamos convirtiendo en meros receptores pasivos de datos, perdiendo la capacidad de análisis y la conexión humana que tanto enriquece nuestras vidas? Es hora de replantearnos el camino que estamos siguiendo y explorar nuevas formas de aprendizaje que nos permitan desarrollar no solo nuestras habilidades cognitivas, sino también nuestra empatía, creatividad y capacidad de adaptación. El futuro de la educación depende de nuestra disposición para desafiar las estructuras establecidas y abrazar un enfoque más holístico y humano.

En este mundo tan avanzado tecnológicamente, podríamos considerar que la ignorancia es el nuevo lujo. ¿Para qué preocuparse por conocer detalles sobre la historia, las artes o la filosofía cuando podemos simplemente buscar respuestas rápidas en Internet? Ser ignorante nos libera de la carga del conocimiento y nos permite vivir una vida sin complicaciones. Después de todo, ¿quién necesita sabiduría cuando se puede tener entretenimiento sin fin al alcance de nuestros dedos?

Imaginemos un futuro en el que las escuelas se conviertan en lugares de ocio y diversión, donde los estudiantes no tengan que estudiar, sino simplemente disfrutar de actividades recreativas. ¿Quién necesita aprender matemáticas o ciencias cuando podemos pasar el tiempo jugando videojuegos o viendo series en streaming? La educación podría llegar a ser un mero trámite, una formalidad para cumplir con las expectativas de la sociedad si no somos impecables con los nuevos modelos. Aunque no olvidemos que los meros trámites ya están más que asentados en la sociedad occidental. Saca el carnet de conducir y luego ya si eso, aprende a conducir. Hay mejor ejemplo? A nada que no acertemos en estos nuevos planteaminetos, podríamos convertirnos en una sociedad de individuos superficiales y despreocupados, que no profundizan en temas complejos o desarrollar habilidades intelectuales. ¿Para qué esforzarse en aprender cuando podemos tener todo al alcance de un clic? La sabiduría y el entendimiento serían relegados al olvido, mientras nos sumergimos en un mar de entretenimiento trivial.


Pero, ¿qué pasaría con el progreso humano? ¿Cómo podríamos avanzar como sociedad si todos estamos inmersos en la ignorancia? La respuesta es simple: no podríamos. La ignorancia nos mantiene estancados, impidiendo el desarrollo de nuevas ideas y la resolución de los desafíos que enfrentamos como humanidad.

Quizás sea hora de reconsiderar nuestra visión de la ignorancia. En lugar de glorificarla como un lujo, podríamos abrazar el desafío del conocimiento y la sabiduría. Podríamos buscar respuestas a preguntas difíciles, explorar nuevas ideas y desafiar nuestras creencias. En lugar de conformarnos con la ignorancia, podríamos abrazar la curiosidad y la búsqueda constante de "las verdades".

En última instancia, el verdadero lujo no radica en la ignorancia, sino en la capacidad de aprender, crecer y comprender el mundo que nos rodea. No dejemos que la comodidad de la ignorancia nos engañe, sino que busquemos el conocimiento con pasión y determinación. Desafiemos nuestra propia visión de la educación y optemos por un camino de aprendizaje y sabiduría. Solo así podremos avanzar hacia un futuro mejor y más iluminado


En este mundo hiperconectado, nos encontramos rodeados de información instantánea y acceso ilimitado a conocimientos de todo tipo. Sin embargo, ¿qué estamos haciendo realmente con toda esa información? ¿Estamos aprovechando al máximo las oportunidades que nos brinda o nos estamos ahogando en un mar de datos sin sentido? que se plantearan estas cuestiones los denominados "griegos, romanos y esas épocas" vale, pero ... que seguimos en la misma onda! Ignorancia pero a día de hoy sin interés en solventarla. Y con todo el mundo a nuestro alcance. O no ...

Es cierto que la tecnología ha facilitado el acceso a la información, pero también nos ha hecho víctimas de la sobreexposición y la saturación informativa. Estamos constantemente bombardeados con noticias, opiniones y contenido irrelevante, lo que dificulta discernir lo que es verdaderamente importante y valioso.

En este contexto, surge una paradoja interesante: mientras más información tenemos a nuestro alcance, más ignorantes nos volvemos en muchos aspectos. Nos hemos convertido en expertos en acumular datos triviales, pero hemos perdido la capacidad de reflexionar y analizar de manera crítica.

Es crucial reconocer la importancia de la educación holística, que va más allá de la adquisición de conocimientos superficiales. La educación debería enfocarse en cultivar habilidades de pensamiento crítico, creatividad, empatía y resolución de problemas. Debemos aspirar a ser individuos versátiles, capaces de adaptarnos a un mundo en constante cambio y enfrentar los desafíos con una mente abierta.

Además, debemos considerar el impacto de la educación en el desarrollo humano y el bienestar de la sociedad en su conjunto. No se trata solo de acumular conocimientos para obtener un título o un empleo, sino de cultivar ciudadanos responsables y comprometidos que contribuyan al progreso y la armonía social.

La educación debe abordar no solo aspectos académicos, sino también valores éticos y morales, fomentando la empatía, la tolerancia y la compasión hacia los demás. Debemos aprender a ser ciudadanos del mundo, conscientes de nuestras responsabilidades y comprometidos con el bienestar de todos los seres humanos y del planeta.

En este sentido, la educación no debe ser vista como un proceso individual, sino como un esfuerzo colectivo. La colaboración, el diálogo y el intercambio de ideas son fundamentales para enriquecer el aprendizaje y construir una sociedad más inclusiva y equitativa.

Además, no podemos olvidar la importancia de la educación continua a lo largo de la vida. El aprendizaje no se detiene después de obtener un título o finalizar los años escolares. Debemos cultivar una mentalidad de aprendizaje constante, siempre abiertos a adquirir nuevos conocimientos y desarrollar nuevas habilidades. Nos desempeñemos profesionalmente o no.

La educación del siglo XXI debe ir más allá de la acumulación de información y conocimientos superficiales. Debemos enfocarnos en desarrollar habilidades de pensamiento crítico, creatividad y empatía, así como fomentar valores éticos y morales. La educación es un proceso holístico que nos invita a crecer como individuos y contribuir positivamente a la sociedad. Aspiremos a una educación que nos permita ser ciudadanos responsables, comprometidos y capaces de enfrentar los desafíos del mundo actual con sabiduría y comprensión.


En nuestro viaje hacia una educación más holística y significativa, podemos encontrar inspiración en diversos recursos que nos brindan perspectivas únicas y enriquecedoras. A lo largo de la historia, muchas voces han abogado por un enfoque educativo que trascienda los límites tradicionales y abrace la totalidad del ser humano. Un artículo reciente publicado en la revista académica "Education and Society" destaca la importancia de desarrollar habilidades socioemocionales en el currículo educativo. Según este estudio, estas habilidades no solo promueven un mejor rendimiento académico, sino que también preparan a los estudiantes para enfrentar los desafíos emocionales y sociales de la vida. En el ámbito de la psicología educativa, el renombrado psicólogo Howard Gardner ha propuesto la teoría de las inteligencias múltiples, argumentando que la inteligencia no se limita a una única capacidad intelectual, sino que abarca diversas formas de expresión y habilidades. Esta teoría invita a repensar la educación para reconocer y cultivar las diferentes inteligencias de los estudiantes. Además, podemos encontrar inspiración en personajes históricos como María Montessori, quien revolucionó la educación infantil con su enfoque basado en la autonomía y la libertad de los niños para explorar y aprender a su propio ritmo. Su legado perdura en las escuelas Montessori de todo el mundo. En el ámbito actual, encontramos voces influyentes como Sir Ken Robinson, un reconocido experto en educación y creatividad, cuya charla TED "Las escuelas matan la creatividad" ha sido vista por millones de personas. Robinson abogó por un cambio radical en el sistema educativo para fomentar la creatividad y el pensamiento innovador. Además, podemos explorar una variedad de recursos multimedia, como documentales, videos educativos y podcasts, que nos ofrecen diferentes perspectivas sobre la educación y el aprendizaje. Entre ellos se encuentra el documental "El maestro ignorante" basado en el trabajo del filósofo Jacques Rancière, que cuestiona los métodos tradicionales de enseñanza y defiende la capacidad de cada individuo para aprender por sí mismo. En el mundo de la radio, programas como "Educando para el futuro" conducido por expertos en educación y psicología, nos brindan reflexiones y entrevistas con especialistas en el campo, ampliando nuestro conocimiento y perspectiva. En resumen, a medida que exploramos nuevas formas de educación, podemos encontrar inspiración en artículos académicos, teorías educativas innovadoras, personajes históricos y voces contemporáneas que nos desafían a repensar los enfoques tradicionales. Además, podemos aprovechar una amplia gama de recursos multimedia que nos ofrecen diferentes perspectivas y nos invitan a reflexionar sobre el verdadero propósito de la educación en el siglo XXI. En todo el mundo, hay iniciativas y propuestas que buscan transformar las ideas innovadoras en acciones concretas en el ámbito educativo. Estos primeros pasos representan una transición crucial desde la teoría hacia la práctica, desde la inspiración hasta la implementación. Una de las propuestas más prometedoras es el enfoque basado en proyectos, donde los estudiantes participan en proyectos significativos y colaborativos que les permiten aplicar y profundizar su conocimiento en contextos reales. Este enfoque fomenta la creatividad, la resolución de problemas y el pensamiento crítico, brindando a los estudiantes la oportunidad de ser protagonistas de su propio aprendizaje. Otra dirección que se postula es la integración de la tecnología de manera efectiva en el aula. La utilización de herramientas digitales y plataformas interactivas permite personalizar el aprendizaje, adaptándolo a las necesidades y estilos de aprendizaje de cada estudiante. Además, la tecnología puede facilitar la conexión global, promoviendo el intercambio de ideas y el trabajo colaborativo entre estudiantes de diferentes partes del mundo. Además, se ha puesto énfasis en el desarrollo de habilidades socioemocionales, reconociendo la importancia de cultivar la empatía, la inteligencia emocional y las habilidades de comunicación en los estudiantes. Estas habilidades son fundamentales para el éxito en la vida y en el trabajo, y cada vez más instituciones educativas están incorporándolas en su currículo. Asimismo, se promueve la educación inclusiva, que busca garantizar que todos los estudiantes tengan acceso a una educación de calidad, sin importar su origen socioeconómico, género, capacidad o cualquier otra diferencia. Esto implica eliminar barreras y adaptar las prácticas educativas para satisfacer las necesidades de todos los estudiantes, brindando oportunidades equitativas para aprender y crecer. Por último, el enfoque holístico de la educación ha ganado terreno, reconociendo la importancia de cultivar no solo el intelecto, sino también el bienestar físico, emocional y social de los estudiantes. Se promueve la educación integral que abarca aspectos cognitivos, emocionales, físicos y éticos, buscando formar individuos equilibrados y conscientes de sí mismos y del mundo que les rodea. Estos son solo algunos ejemplos de los primeros pasos que se están dando en todo el mundo para pasar de las ideas a la acción en el ámbito educativo. A medida que la comunidad educativa continúa explorando nuevas perspectivas y enfoques, es fundamental promover la colaboración, el intercambio de buenas prácticas y la adaptación constante para construir un sistema educativo más inclusivo, relevante y en sintonía con las necesidades y desafíos actuales. El papel de los adultos en la educación continua es de vital importancia en el mundo actual. En una era caracterizada por cambios rápidos y constantes, el aprendizaje continuo se ha convertido en una necesidad para mantenerse actualizado y competitivo en cualquier campo. Es fundamental que los adultos reconozcan la importancia de seguir aprendiendo a lo largo de sus vidas, independientemente de su edad o etapa profesional. La educación continua les brinda la oportunidad de adquirir nuevas habilidades, actualizar sus conocimientos y adaptarse a los avances y demandas del mundo laboral en constante evolución. Incluso las personas mayores pueden beneficiarse enormemente de la educación continua. A medida que avanzamos en edad, es esencial mantener nuestro cerebro sano, despierto y activo. El aprendizaje continuo estimula la mente, mejora la memoria y promueve la salud cognitiva en general. Además, les brinda a las personas mayores la oportunidad de mantenerse conectadas, socializar y seguir participando activamente en la sociedad. Si bien el concepto de educación continua puede parecer novedoso en nuestra era tecnológica, las necesidades de aprendizaje a lo largo de la vida no son nuevas. En el pasado, las sociedades también tuvieron que adaptarse a cambios y avances significativos en diversos campos. La diferencia ahora radica en la velocidad y la magnitud de los cambios, impulsados en gran medida por los avances tecnológicos y la globalización. En el pasado mas reciente, las sociedades se adaptaron a las necesidades de aprendizaje mediante la creación de instituciones educativas formales, como universidades y escuelas profesionales. Sin embargo, en la actualidad, además de estas instituciones tradicionales, tenemos acceso a una amplia gama de recursos y oportunidades de aprendizaje en línea. La tecnología ha ampliado enormemente nuestras posibilidades de educación continua, permitiéndonos acceder a cursos, recursos y expertos de todo el mundo con solo unos clics. A nivel internacional, se están realizando esfuerzos significativos para promover y facilitar la educación continua. Muchos países han implementado políticas y programas de formación continua para trabajadores, fomentando la actualización de habilidades y el aprendizaje a lo largo de la vida. Además, se están estableciendo alianzas y colaboraciones entre instituciones educativas, empresas y organizaciones para ofrecer programas de formación adaptados a las necesidades del mercado laboral. El papel de los adultos en la educación continua es esencial para mantenerse relevante en un mundo en constante cambio. Aprender de forma continua y activa nos permite adaptarnos a las demandas laborales, mantener un cerebro sano y aprovechar las oportunidades que brinda la sociedad actual. Si bien estas necesidades no son nuevas, la forma en que nos adaptamos y abordamos la educación continua ha evolucionado gracias a los avances tecnológicos y las oportunidades globales que tenemos a nuestro alcance.

¡Sigamos aprendiendo juntos en este viaje de descubrimiento y crecimiento!



 


DEBATE COMO SI NO HUBIERA MAÑANA ...

Y HASTA LA PRÓXIMA ENTRADA! Ideas :



  • ¿Crees que la era digital ha contribuido a aumentar o disminuir el nivel de ignorancia en nuestra sociedad actual?

  • ¿Qué impacto crees que tiene la falta de conocimiento en el mundo moderno? ¿Es más importante tener acceso a la información o saber cómo utilizarla correctamente?

  • ¿Cuáles son las principales barreras que impiden a las personas acceder al conocimiento en la actualidad? ¿Cómo podríamos superar esas barreras?

  • ¿Consideras que existe una diferencia entre ser analfabeto y ser ignorante? ¿Por qué?

  • ¿Cuál crees que es el papel de la educación en la lucha contra la ignorancia? ¿Qué cambios crees que se deberían implementar en el sistema educativo actual?

  • ¿Qué responsabilidad tienen los individuos en su propio proceso de aprendizaje y adquisición de conocimientos? ¿Es suficiente con tener acceso a la información o se requiere un esfuerzo personal para buscar el aprendizaje?

  • ¿Cómo crees que la ignorancia afecta a nivel individual y a nivel colectivo? ¿Cuáles son las consecuencias de vivir en una sociedad donde la ignorancia prevalece?


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